Hay que visitarla una vez en la vida: la cala más bonita de España tiene aguas cristalinas y vistas a un castillo
Cala Jovera ofrece una experiencia que parece sacada de una postal entre aguas cristalinas, acantilados cubiertos de vegetación y un impresionante castillo.

En un rincón de la Costa Dorada, donde la historia se mezcla con la naturaleza, se esconde una joya que merece la pena ser visitada al menos una vez en la vida. Hablamos de Cala Jovera, un lugar mágico situado en el municipio de Tamarit en Tarragona que se ha ganado el corazón de los viajeros que buscan algo más que una simple playa bonita.
Esta pequeña cala ofrece una experiencia que parece sacada de una postal entre aguas cristalinas, acantilados cubiertos de vegetación y un impresionante castillo como telón de fondo. No es casualidad que Cala Jovera aparezca cada vez con más frecuencia en listas de las calas más bonitas de España. Parte de su encanto reside en su reducido tamaño: apenas unos 90 metros de longitud que brindan una atmósfera de máxima tranquilidad, lejos del bullicio de las playas masificadas.
Lo que realmente eleva esta cala a un nivel casi mítico es la presencia del Castillo de Tamarit, una fortificación medieval que parece vigilar Cala Jovera desde las alturas. Construido entre los siglos XI y XIII, el castillo es ahora de propiedad privada, pero su silueta se puede apreciar desde cualquier punto de la playa. Ver ponerse el sol detrás de sus torres mientras las aguas de la Costa Dorada brillan es uno de los mejores recuerdos que uno guarda para siempre en su memoria.
El mar en Cala Jovera es sencillamente espectacular. La ausencia de corrientes fuertes hacen que el agua permanezca siempre limpia y cristalina durante la mayor parte del año. Esto convierte a este lugar en un paraíso para los aficionados al snorkel y a la fotografía subacuática.

Por otro lado, el acceso no es excesivamente complicado, aunque sí requiere una pequeña caminata. Esto ayuda a preservar su carácter poco concurrido. Desde el parking de la Playa de Tamarit, basta con seguir un sendero bien señalizado que atraviesa un tramo de bosque y desciende hasta la cala. Este breve paseo supone una oportunidad única de entrar en contacto con la flora y la fauna de la zona.
Experiencia para todos los sentidos
Visitar Cala Jovera no es sólo ir a la playa, es también vivir una experiencia multisensorial. El sonido de las olas chocando contra las rocas y, por supuesto, las magníficas vistas del castillo de Tamarit. Quienes buscan desconectar del estrés cotidiano encuentran en esta cala un refugio ideal. No hay chiringuitos, ni sombrillas, ni tumbonas, sólo naturaleza, mar, y una paz que se respira en cada rincón.

Si estás pensando en visitar Cala Jovera, debes tener en cuenta algunos consejos para disfrutarla al máximo:
- Llega temprano: al ser pequeña, el espacio se llena con facilidad, sobre todo en verano.
- Lleva agua y algo de comida: no hay servicios cerca, por lo que es mejor ir preparado.
- Respeta el entorno: no dejes basura, no molestes a la fauna marina, y evita llevar música o hacer ruido innecesario.
- No olvides tu equipo de snorkel: verás por qué.
A pesar de que Cala Jovera era un sitio poco conocido hasta hace poco, únicamente por los locales y algunos viajeros curiosos, lo cierto es que últimamente ha ido ganando popularidad en las redes sociales y los blogs de viajes. Y es que su imagen ha dado la vuelta al mundo, y con razón, pues es difícil encontrar en España una cala que combine belleza natural, historia y tranquilidad.
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